Reflexión:
La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. Juan 14:27
Vivir en Cristo no significa que no enfrentaremos problemas, pero sí que tendremos Su paz en medio de las tormentas. La paz que Cristo nos da no depende de nuestras circunstancias, sino de Su presencia en nuestras vidas. Cuando confiamos en Él, encontramos descanso para nuestras almas y la fuerza para enfrentar cualquier desafío. Esta paz nos capacita para permanecer firmes y confiados, sabiendo que Dios tiene el control.
Conclusión:
En Cristo encontramos una paz que el mundo no puede ofrecer ni quitar.
Moraleja:
Confía en Cristo en todo momento, y Su paz llenará tu corazón incluso en medio de las pruebas.